martes, 10 de diciembre de 2013


Madre en los 40, una decisión responsable

Este artículo fue publicado en: http://www.losandes.com.ar
Lejos de determinismos y juicios a priori manejar la información indicada, con todo lo que implica esta decisión, es vital. La mirada médica, psicológica y testimonios en primera persona. El deseo de formar una familia.

Son muchas las cosas en esta vida que el tiempo no puede tocar, o al menos las vuelve más flexibles: el amor incondicional de la familia, los vínculos fuertes de amistad que se van desarrollando en cada etapa, o la pasión irrefrenable que nos mueve hacia los objetivos que más deseamos lograr...; sólo por nombrar algunas.

Pero la realidad no es rosa, a la hora de esperar los tiempos de cada persona desde lo biológico. Eso sí: tampoco negra, en todo caso simplemente tiene matices, y conlleva decisiones importantes cuando de tener un hijo en la década de los 40 se trata.

¿Es un riesgo innecesario? ¿No existirían problemas aunque la edad se ha dilatado con el tiempo? ¿Hay menos riesgos gracias a los avances de la ciencia?

Todos estos interrogantes, respondidos en esta nota, por la palabra autorizada de los especialistas, donde lejos de una verdad y mandato cerrado en el tema, se apunta al manejo de la información por parte de cada mujer.

Tic-tac, ese reloj que no para

María Marta tiene 41 años y está embarazada de dos meses. Es abogada y está casada desde hace ocho con Joaquín. Ambos -incluso estando de novios- coincidieron en que si bien deseaban tener hijos en un futuro, antes querían desarrollar sus respectivas carreras, y tener un buen pasar económico para darle a su familia lo mejor:

“Los hijos es algo que hemos tenido en mente desde siempre. Pero antes me dediqué a mi carrera y mi esposo a la suya, medicina. Forjarnos un presente económico estable fue duro, y ahora quedarme embarazada a esta edad, no fue fortuito. Lo pensamos mucho, fuimos a ver a los especialistas y luego de muchas pruebas dimos el gran paso. ¿Temor? Sí, lo tengo, pero antes no se dieron las condiciones necesarias. Estamos felices”, cuenta.
Muchos podrían objetar que la década de los 20 es la indicada, y tener un bebé en una etapa posterior no es una buena idea. Sin embargo la vida de cada persona circula por senderos tan disímiles como complejos; con sus tiempos, inquietudes y objetivos. Lo que no implica desviar la mirada, sino más bien manejar la información médica para tomar con responsabilidad lo que se decida.

Según explicó Emilio Gassibe, ginecólogo y especialista en fertilidad: “antes que nada hay que tener en cuenta dos instancias diferentes en torno a este tema: una se vincula con analizar si esa mujer, que está en sus 40, puede desde lo médico ser madre; mientras que la otra tiene que ver con el embarazo en desarrollo de la persona en esta década, con todos sus riesgos y cuidados”.

La “previa” médica para ver si una mujer puede quedar embarazada en sus 40 resulta fundamental, ya que como detalla Gassibe, “lo primero que debe hacer la paciente es ir a un ginecólogo especialista en fertilidad, para que por medio de diversos exámenes le diga si puede quedar embarazada, ya que su edad es limítrofe respecto a la capacidad reproductiva. Incluso hay mujeres que antes de los 40 años entran en menopausia, con deterioro de su rendimiento ovulatorio; es decir ya no tienen ni cantidad, ni calidad de óvulos, para embarazarse antes de esta década. Por otro lado, hay casos que tienen más de 40 y pueden concebir solas. Cada caso es único, pero ante el concreto desgaste biológico, el examen médico previo es crucial”.

Desde la voz del especialista una mujer que se embaraza por arriba de los 40 años, puede lograrlo porque se pudo embarazar obviamente sola, con sus óvulos (a pesar del desgaste biológico) o incluso porque le hicieron un tratamiento con óvulos de una donante anónima más joven. También están aquellas que congelaron sus óvulos a sus 30 (las menos) y los guardaron para esta etapa. Todo es posible.

Sin embargo, si nos atenemos a hablar de la edad reproductiva de la mujer, Gassibe precisó: “de ser factible, si se dan las posibilidades, la mujer debería poder quedar embarazada mucho antes de los 40, porque no sólo es más difícil que se embarace a esta edad, sino que cuando la gestación se da luego de la misma, implica algunos riesgos asociados a las pérdidas de calidad celular del óvulo. Situaciones como la trisomía en los casos del síndrome de Down, malformaciones, y tasas de aborto espontáneo en la primera parte del embarazo, son más altas a partir de los 40, ya que la calidad cromosómica de estos óvulos es menor”.

En resumen los 40 suelen ser un límite que debe ser evaluado médicamente, con tests y pruebas, para definir la capacidad ovulatoria de la paciente. No implica cerrar la persiana: sólo saber las posibilidades reales, pros y contras, de concebir a esta edad.

“Entre los 25 y 30 años, la mujer tiene una cantidad y calidad de óvulos buena, pero hay que entender que el ovario tiene un curso genético de envejecimiento que está predeterminado, por lo que sería más correcto planificar los objetivos vitales en función de esto. De los 30 a 35 años se da una primera pérdida del potencial fértil y reproductivo, mientras que entre los 35 y 40 años tiene lugar una segunda y muy importante pérdida en este sentido. Ya a partir de los 40 todo resulta más azaroso. Por eso lo ideal es que a los 35 años una mujer tenga más o menos organizado y definido su rol vital. Claro está: no siempre es posible, por eso la importancia de estar informadas y asesoradas por el especialista, sea cual fuere la decisión”, aconsejó Gassibe.

Lo ideal, a veces, lejos de lo real

Si bien las situaciones inmejorables le ocurren a muchas personas a la hora de poder tener hijos en la edad “ideal”, biológicamente hablando, negar el impacto sociocultural y de relaciones a lo largo de los años, sería obviar algo determinante para poder formar una familia.

Ximena es una diseñadora gráfica de 39 años, que por diversas circunstancias de la vida se encuentra hoy sin pareja, pero a quien el reloj biológico le pesa: “No soy ajena a esta realidad, pero tampoco quiero estar con cualquier persona que no tenga un proyecto de familia.

Entonces por un lado el reloj no para, y me preocupa; pero por el otro no están las condiciones personales dadas para poder estar en pareja, y luego ver qué proyecto común de hijos puedo llegar a tener con esa persona”.

En este sentido, el licenciado en psicología Oscar Nini, especialista en familia y adolescencia aportó: “Las causas más frecuentes de esta maternidad tardía se vinculan con varios aspectos: por un lado la mujer ocupa hoy una posición diferente a nivel socio-económico y cultural, donde además de manejar una casa, elige no quedarse puertas adentro y salir para desarrollar su potencial profesional. Otras razones tienen que ver con que las necesidades económicas de la pareja; también la problemática en cuanto a los vínculos, y la falta de relaciones estables, que hacen que muchas mujeres decidan tener un hijo, sin necesidad de tener un hombre al lado”.

La compleja trama de los vínculos y relaciones, el hecho de hacer pareja estable a partir de los 30, y el cambio de paradigma respecto al matrimonio (hoy es más habitual la convivencia previa, lejos del mandato social noviazgo-boda- hijos) es según el licenciado Nini “algunos de los aspectos que se suman a la postergación de esta maternidad”.

“Más allá de las causas considero que la maternidad simplemente es lo que es. No se pueden hacer estadísticas de antes y ahora. Si una madre decide serlo a los 40 y tantos, no implicará ser mejor o peor que una de 20. El rol, mientras sea una elección, será óptimo a cualquier edad. Ninguna familia es funcional totalmente, todas tienen sus bemoles, y ser madre a los 40 es tan sano como a los 20 o 30 años”, explicó Nini.

Doble cuidado, bebé a bordo

Desde el argumento profesional quedó determinado que los óvulos femeninos a partir de los 40, no sólo son más difíciles de encontrar, sino que cualitativamente no son óptimos; haciendo que la probabilidad de embarazo no sea tan buena y, si ocurre, que existan riesgos de ciertos problemas asociados al déficit cualitativo del óvulo, no sólo cuantitativo de la ovulación.

Sin embargo, una vez tomada la decisión por la pareja, es la paciente quien asume el embarazo con todo el manojo de riesgos que conlleva para sí; incluso si opta por la donación de óvulos (que elimina riesgos cromosómicos) por parte de mujeres más jóvenes.

“Una vez que la paciente está cursando su embarazo debe hacer una consulta preconcepcional donde se realizan exámenes de todo tipo, para ver si tiene enfermedades infecciosas que pueda transmitirle al bebé, y analizar las condiciones fisiológicas de los órganos que pueden verse sobrecargados por la presencia del embarazo. Fundamentalmente el corazón, riñón y el hígado, en donde al tener que bombear sangre para un cierto circuito nuevo, va a tener que filtrar sangre para el mismo y metabolizar las hormonas para él, algo que representa dificultades funcionales. De ahí la importancia de que la paciente concurra para una evaluación clínica profunda”, detalló el ginecólogo.

La probabilidad estadística del deterioro funcional de ciertos órganos, debido al desgaste natural de la vida o enfermedades anteriores, es algo concreto y real en todas las personas, ya que tanto en hombres como en mujeres, aunque plenos y jóvenes a los 40, biológicamente portan un “kilometraje” vivido que pasa su factura.

Un embarazo a los 45 años, es un embarazo de alto riesgo y valor. “Esto significa, por un lado, que la cantidad de controles es más alto y estricto, terminando  generalmente en una cesárea electiva, sin trabajo de parto. Y se denomina de ‘alto valor’, porque por la edad de la paciente podría no haber otro embarazo para ella”, contó el especialista en fertilidad.
Los controles incluso son interdisciplinarios, con otros especialistas, para que todo sea muy seguido.

“La fertilidad no es un derecho biológico sin fecha de caducidad, declina con la misma; lamentablemente. Y lo importante es que si se decide llevar a cabo la búsqueda de un hijo, se haga con toda la información, exámenes previos y seguimientos necesarios para que todo llegue a buen término”, concluyó Gassibe.